-¿Quieres un poco? -me preguntó-. Pero no le cuentes nada a Madre -añadió con una mirada pícara-. No quiere que tome estas cosas nunca más.
Cuando abrió la toalla, no pude evitar reírme. El tesoro secreto de John Lennon era una gigantesca barra de chocolate Hershey. Cortó un trozo para mí y otro para él. John cogió el suyo como brindando, sonrió y me dijo: -Me alegro de volver a verte.
Intento huir del chocolate, pero con Lennon me como la tableta.
ResponderEliminar