Cuando dejas de imaginar posibles futuros y te centras en un presente descubres que nada es lo que te habían contado. Que los ojos no solo sirven para mirar, que también saben tocar y besar al mismo son que tus oídos descifran melodías que huelen a vainilla y a frescor, a coco y a menta.
Cuando el agua deja de recorrer un cuerpo para abrazar a dos que se funden en caricias húmedas y pestañean al mismo tiempo que sonríen.
Hay veces en las que nadie podría averiguar cómo nos sentimos, porque cada uno de nosotros somos un mundo incierto y poseemos normas y defectos que solo dejamos ver cuando de verdad confiamos en alguien, cuando besarte se convierte en una maravillosa rutina y dormir con tu piel de pijama en una siesta entre las nubes.
Descubres que amar no solo hace la función de su género gramatical, te atraviesa la sien y se adhiere a tu cerebro convirtiéndose en una forma de vida, en una virtud y querer, querer sencillamente es la esencia de todo.
Amar es una obligación. Pobre de aquel que no la ejerza.
ResponderEliminar