Destrenza la larga melena de mis cadenas
invisibles, haz escaleras en ellas que lleguen hasta una cárcel enredada entre
mechones de metal, pero dame la llave, sólo yo podré encerrarme en ella.
Déjame ser yo misma, desnuda, tranquila, ciega de sentidos,
en un mundo en el que el subconsciente se deja llevar por una moralidad rígida
y un subjetivismo inexistente.
Déjame liberar la parte de mí que yacía callada hasta ahora,
sólo quiero estar completa, rehacerme, acabar mi puzzle, destruirme poco a poco,
lentamente, ordenarme alfabéticamente en una biblioteca interminable, quemar mi
pasado, reinventarme en nuevas ideas surrealistas.
No me entiendas, no me descifres, no me deduzcas, no me
interpretes, no me juzgues, no me intuyas, no me asimiles, no me sientas.
Después de leer varias entradas tuyas, he llegado a la conclusión de que mi blog podría ir mucho con tu personalidad...
ResponderEliminarÉchale un ojo, aunque estoy empezando esta misma semana y no te prometo grandes espectativas